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Banda ancha en América Latina: Oportunidades para reducir tarifas, mejorar calidad y extender el servicio

Publicado: 2010-11-12

Los precios promedio en América latina son casi 3 veces superiores a los de los países más desarrollados. Una reducción del 10% en las tarifas resultaría en un aumento de casi 19% en la tasa de penetración, equivalente a 4,7 millones de conexiones adicionales en la región.

El nivel de precios de un servicio y la capacidad de compra del mismo por los hogares son variables fundamentales para un diagnóstico correcto sobre el nivel de competencia entre prestadores del servicio así como para la formulación de políticas públicas que busquen ampliar la frontera del mercado y atender a posibles brechas de acceso de los hogares de menores recursos.

Para comparar las tarifas de banda ancha en la región se pueden utilizar diversos indicadores. En primer lugar, se considera el costo promedio de un abono mensual de conexión a Internet de banda ancha. Los resultados del análisis muestran una alta dispersión de las tarifas en la región, aún en mercados de características similares, lo que sugiere la existencia de oportunidades para las acciones regulatorias dirigidas a fortalecer la competencia y atender los posibles cuellos de botella en los distintos segmentos que componen el mercado de acceso.

Los hogares latinoamericanos hacen un mayor esfuerzo para conectarse a Internet que los hogares de los países desarrollados. No obstante vale destacar que en los países de mejor desempeño como Uruguay, Jamaica, México, y Chile las tarifas promedio son comparables a las de los países de la OCDE.

Por otro lado, el precio del megabit por segundo (Mbps) es un indicador que permite medir qué tanto valor se obtiene por cada dólar gastado en banda ancha. Aquí encontramos que los precios por megabit en la región son 15,5 más caros comparados con los de la OCDE.

Por último, tomamos el precio del plan básico de conectividad como un indicador importante ya que establece el piso mínimo de gasto requerido para acceder a la banda ancha.

En este caso, los países de mejor desempeño son Uruguay y Venezuela, en los cuales el control gubernamental sobre el principal operador de telecomunicaciones permite ofrecer tarifas sociales de conectividad. Lo mismo ocurre en Brasil, donde la oferta de Banda Ancha Popular del Estado de São Paulo, ofrece beneficios impositivos a los operadores adheridos a la iniciativa. En el otro extremo se encuentran Bolivia, Nicaragua, Guyana, Surinam, Honduras y Belice, cuyos altos precios se reflejan en pobres indicadores de penetración.

El análisis de esta evidencia nos lleva a las siguientes conclusiones: (i) Que existe un amplio margen para la reducción de tarifas y la mejora en la calidad de la oferta de banda ancha fija en América Latina y el Caribe; y (ii) Que la adopción de banda ancha en los hogares se explica en gran medida por la dotación de recursos económicos y las características demográficas de un país.

Por ello, las iniciativas dirigidas a promover reducciones en las tarifas del servicio deben complementarse con políticas públicas que afecten otras variables de la demanda (por ejemplo: programas de financiación para la compra de computadoras; iniciativas de  equipamiento en los establecimientos escolares; e iniciativas de alfabetización digital, entre otras); y el fomento a plataformas  alternativas de acceso como el acceso de banda ancha en los dispositivos de telefonía móvil y los modelos de acceso compartido.

*Texto elaborado sobre la base de: Galperin, Hernan y Christian Ruzzier. Tarifas y asequibilidad de los servicios de telefonía móvil en América Latina y el Caribe. Buenos Aires: DIRSI, 2010.


Escrito por

Jorge Bossio

Infonomista, experto en TIC para el desarrollo, políticas de Internet y gestión del conocimiento.


Publicado en

Línea de Vista

Notas sobre Internet, políticas públicas y Sociedad de la Información