El Parlamento Europeo acaba de publicar un estudio analizando el acuerdo contra la falsificación ACTA en vista de su próxima ratificación. La mayor parte del documento retoma las posiciones tradicionales extremistas sobre los derechos de autor, en particular sobre el contexto digital. Sin embargo, este estudio reconoce que el ACTA contiene numerosas fallas jurídicas y que no aporta en nada a los ciudadanos europeos. A pesar de su tentativa de reconfortar a la Comisión europea, el estudio está forzado a concluir invitando al Parlamento a rechazar el ACTA.

Luego de las vivas críticas de parte de los universitarios europeos, este estudio demandado por la Dirección General de Políticas Exteriores del Parlamento Europeo reconoce las principales fallas del ACTA, señalando que "fue difícil resaltar alguna ventaja significativa que aporta el ACTA a los ciudadanos de la UE más allá del cuadro internacional ya existente", Según el estudio, "un consentimiento incondicional sería una respuesta inapropiada de la parte del Parlamento Europeo en vista de los problemas identificados con el ACTA en su forma actual".

El estudio llega a esta conclusión sin ofrecer un análisis completo y objetivo del capítulo digital del ACTA. Ella habría podido ir más lejos que contentarse con indicar que las peores disposiciones contenidas en las versiones del trabajo del texto desaparecieron del documento final. En efecto, una comparación detallada entre el ACTA y los pedidos de la RIAA (Lobby estadounidense de productores de fonogramas) en 2008 muestra que las exigencias de los lobbies del copyright han influenciado profundamente la versión final.

Debido a la influencia nefasta de estos lobbies, el ACTA contiene permanentemente una batería de medidas que están un escalón por encima de la guerra del intercambio de la cultura en Internet. Imponiendo la "cooperación" con los titulares de derechos y amenazando a las empresas de Internet con sanciones penales, el ACTA les dejaría a hacer ellas mismas la fiscalización de sus redes y servicios, verificando las comunicaciones de sus usuarios y pasando por alto los procedimientos judiciales. Es por esto que el Relator por la libertad de expresión de las Naciones Unidas ha expresado recientemente su inquietud sobre el impacto del ACTA en los derechos y libertades en línea.

"El estudio rehúsa cuestionar la legitimidad de la "guerra contra el intercambio" y las medidas peligrosas negociadas por la Comisión Europea ejecutando políticas privadas de copyright en Internet. Pero si bien el estudio trata sobre todo de la linea extremista de las industrias del entretenimiento, ella no puede hacer otra cosa que señalar los peligros del ACTA e invitar a su rechazo. Las modificaciones que ella propone como condición a la ratificación del ACTA son tan numerosas que se trata de una manera "políticamente correcta" de decir que el conjunto del acuerdo es inaceptable", declara Jérémie Zimmermann, portavoz de La Quadrature du Net.

"El ACTA es desde el comienzo un ejercicio para evadir la democracia. Esto resulta en un texto cuyo estudio estima que es o inútil, o peligroso. Los eurodiputados deben enviar un mensaje claro indicando que el ACTA no les será impuesto y rechazarlo inmediatamente", concluye Philippe Aigrain, co-fundador y consejero estratégico de La Quadrature.

* Traducción libre del artículo publicado el 20 de julio de 2011 en La Quadrature du Net, "Une étude du Parlement européen confirme que l'ACTA doit être rejeté".