El peor resultado que podríamos esperar de la publicación de las comunicaciones diplomáticas norteamericanas sería la paranoia generalizada frente a la transparencia. Paranoia eventual (eso esperamos) originada también luego de la difusión del ya célebre "poto audio". Digo paranoia pues algunos podrían pensar que los están vigilando cuando en realidad todos nos estamos vigilando a todos (unos más otros menos). Así es, vivimos en una sociedad hipervigilada: si salgo a la esquina a comprar un helado pasaré cerca a la cámara de seguridad del municipio y también frente a 2 cámaras de seguridad de mis vecinos. No me imagino que me estén viendo ... pero ¡podrían tener registradas mis salidas a la tienda!.

Mucho de lo que hacemos queda registrado: al comprar, alquilar, pagar impuestos, llamar por teléfono, enviar un mail, postear en La Mula, tomar el metropolitano, etc. Esta es la amenaza del Gran Hermano retratado por Orwell hace varias décadas.

Pero hoy la sociedad ha sabido sobrellevar esa situación, para bien o para mal, nos hemos acostumbrado a ello. Mayor aún, adicionalmente al registro que otros hacen de nuestra vida, nosotros mismos hacemos pública voluntariamente gran parte de ella: nuestras fotos, videos y estados están en facebook y otras redes sociales ... algo que solamente podía hacer "la gentita" en las páginas sociales de las revistas más leídas en las peluquerías y consultorios de belleza. Las redes sociales han "democratizado" el derecho de hacer pública nuestra vida privada.

Ahora los ciudadanos contraatacan, hoy se puede obtener y difundir información desde cualquier lugar en el mundo: basta solo un celular para enviar un mensaje que llegue a miles o millones de personas. Es la venganza del pequeño hermano.

El contenido de las comunicaciones publicadas por Wikileaks no marcarán un antes y un después en la diplomacia norteamericana ni en las relaciones internacionales, pues nada de lo allí "revelado" es novedad para nadie. Sin embargo su publicación sí será un antes y un después para los debates deontológicos de las ciencias de la comunicación, información y periodismo. No hay forma de retroceder en la historia y cualquier intento por hacerlo deberá ser rechazado.

Tendremos que acostumbrarnos a no uno sino mil wikileaks, tendremos que acostumbrarnos a manejarnos entre miles de escándalos que podrán ser la cortina de humo perfecta para muchos otros ... aunque parezca mentira, tendremos que acostumbrarnos a vivir en una sociedad en la que la verdad estará expuesta pero cubierta por muchas otras verdades ... lo difícil será encontrarla y entenderla.