Armando el empleado perfecto: empleo y redes sociales
De acuerdo al estudio realizado por Career Enlightenment, y publicada por Mashable, durante el año pasado el 92 por ciento de los empleadores utilizaron alguna red social para seleccionar a candidatos. La más popular fue LinkedIn, con una preferencia de 86%, seguido de Facebook por 60% y Twitter por 50%. Dicha prevalencia demuestra la importancia de las redes sociales para comunicar e informar acerca de posibles candidatos, ya que no solamente es posible ver la experiencia profesional o académica del candidato, sino su vida personal.
Amigos, gustos, opiniones políticas,... si la predicción de Career Enlightenment se cumple y al fin del 2011 llegamos al 89% del uso de redes sociales, entonces entramos en la paradoja de tener herramientas para expresarnos sobre nosotros y al mismo tiempo estar pendientes de no perder oportunidades valiosas por ser como somos. En el mismo estudio, se indica que un tercio de empresas no contrataron a candidatos por algo que vieron en sus redes sociales. Si tomamos el consejo del artículo de origen, y restringimos lo que ponemos en Internet, ¿no estamos cayendo en el juego de generar ficciones solamente por obtener un puesto? ¿No pretendemos ya parecer otra persona que no somos vía Internet, al crear relaciones en base a una presentación que hemos fabricado? Aunque se pueda argüir que todos lo hacemos, el mundo virtual nos permite ir más allá y performar a través de perfiles totalmente construidos. La discusión reside en si su apropiación puede rebasar los límites de la ética.