Edward Snowden, el analista subcontratado por una agencia de seguridad norteamericana que reveló documentos secretos a los medios sobre las actividades de espionaje electrónico, se enfrenta ahora a un pedido de extradición por espionaje y robo de información. Sin embargo existe también una campaña mundial que lo apoya, campañas de recolección de fondos y también columnistas de medios y expertos que lo consideran como un héroe. ¿Qué podemos aprender de este caso? ¿Es algo que debemos alentar? ¿Acaso no hemos tenido en la historia peruana reciente algunos otros "soplones" a quienes también deberíanos llamar como héroes? ¿o no?
Conversamos con Cecilia Blondet, Directora Ejecutiva de Proética:
- ¿Cómo observas lo que está ocurriendo en este caso?
- Es muy interesante el capítulo que se abre. Es interesante porque le pone un límite a los espías que pensaban que tenían el derecho para meterse en la redes y obtener información de la gente, llevando los temas de acción política hasta situaciones límite, dónde quién tiene mayor acceso al poder tiene mayor capacidad para utilizar estos métodos. Por otro lado es muy riesgoso porque hay determinados aspectos de la acción política que deben ser preservados pues si haces pública cierta información puedes evitar que se desarrollen negociaciones y se generen consensos.
- Sobre Edward Snowden, hay quienes señalan que es un héroe y otros que es un soplón, un traidor por faltar a la confianza que se le brindó
No es un héroe. Si bien la información que reveló ayuda a poner un límite a estas acciones de espionaje, el problema está en definir quién decide qué es privado y qué es público, y el problema que se genera aquí es la desconfianza y la falta de legitimidad de las instituciones y de las personas que manejan estas instituciones. Ahora que la transparencia cruza todos los ámbitos de lo público cada vez desconfiamos más de las personas que están al mando de estas instituciones.
A veces esto genera, como una reacción, una política del secreto, que es muy peligrosa porque el secreto impide la posibilidad de control, y tiene que haber un control. Todo lo que es secreto, en la medida que está fuera de control, puede generar corrupción.
Tiene que haber instituciones lo suficientemente fuertes y confiables para que la ciudadanía acepte que hay información privada y restringida, y que hay otras cosas que deberían ser públicas.
- Un secreto se puede vender, y este pudo haber sido el caso también, así sucedió con “el patriota” en el caso de los vladivideos, por ejemplo.
Es difícil hacer una comparación entre ambos casos. En el caso de "el patriota" se habría dado un ejemplo típico de corrupción: no le pagan lo que había que pagarle y en venganza entrega los videos. Pero ahí no hay ideales democráticos, solo venganza. La otra posibilidad es que haya obedecido órdenes de Estados Unidos cuando le bajan el dedo a Montesinos luego de hacerse público el tema del tráfico de armas, en este caso habría actuado como un mensajero.
En ningún caso podría considerársele como héroe de la democracia.
- Snowden dice que lo hizo en defensa de las libertades de Internet...
- ¿Entonces que hacía trabajando para la CIA?
- Igual muchos sí lo consideran un defensor de las libertades de Internet y llaman a imitar su acción. Muchos quisieran poder imitarlo ¿Qué les dirías?
Hay que manejarlo con cuidado. Si alguien sabe de una irregularidad que afecta intereses públicos y que está siendo manejada en secreto, debe ser dicho. Ahí no hay duda sobre el alcance de la importancia de la transparencia.
El problema es cuando lo que se revela puede afectar un proceso de negociación o toma de decisiones en curso, y que se mantienen en reserva, en donde efectivamente hay un elemento de control pero que no implica que sea de dominio público, en ese caso hay que respetar las instituciones diseñadas para ese control.
Es difícil aplicar este criterio, lo importante es pensar en las razones por las cuales cierta información se mantiene en privado y cuál sería el objetivo de hacerla pública. Por ejemplo, entre los videos de Montesinos hubo varios videos que se hacían en una casa de citas, eso no se hizo público, pues no había un interés público efectivo para hacerlo.
En este caso se formó un comité a cargo de decidir qué se hacía público y qué no. Es el tipo de instituciones que se requiere tener en estos casos.