¿Adiós a las cabinas?
El público se retira de las cabinas en las ciudades y opta por el acceso móvil, domiciliario y WiFi compartido ¿será el fin de las cabinas de Internet?
Había viajado sin una computadora pensando que no la necesitaría, pero súbitamente recibo un encargo que debía resolver y me dije: "No hay problema, para eso están las cabinas".
Hacía tiempo que no visitaba la ciudad del Cusco y asumía que las cosas habían cambiado, aunque no esperaba que tanto. Pregunté en Facebook si alguien sabía de una buena cabina de Internet en Cusco donde me pudiera sentar un par de horas a trabajar. La respuesta: "ve a un Starbucks".
Las cabinas de Internet en el Perú fueron un fenómeno muy documentado que permitió que la población peruana accediera a Internet en una época de crisis económica.
Este video de La Mula comenta la historia de las cabinas públicas al cumplirse 20 años de internet en el Perú en el año 2011.
Hoy las cosas han cambiado un poco. Las últimas cifras del INEI basadas en la encuesta nacional de hogares (ENAHO) señalan claramente una tendencia de abandono del servicio en las cabinas públicas, aún cuando sigue siendo muy importante.
A fines del año 2012 por primera vez las cabinas públicas dejan de ser el lugar preferido de la mayoría de usuarios de Internet
Es así que luego de ser el lugar preferido de acceso a Internet por cerca del 80% de los usuarios en el 2007, hoy menos del 50% de los usuarios de Internet asiste a las cabinas públicas según INEI.
El indicador "tenencia de computadoras en los hogares" se acerca al 35% en marzo del 2013, un crecimiento muy alto si consideramos que al cierre del 2011 apenas se llegaba al 25%. Eso explicaría el abandono progresivo del servicio público por un servicio domiciliario.
En el caso del Cusco (no tengo cifras específicas) se observa que la llegada de la fibra óptica en junio de de 2011 ha generado un cambio: prácticamente todos los hoteles y restaurantes cuentan con acceso a Internet y lo comparten con sus clientes mediante redes WiFi, de esta manera los turistas ya no necesitan una cabina pública para enviar fotos y novedades a sus familiares. El boom de los dispositivos móviles y las tabletas abonarían a este cambio.
Y sí, claro que tengo un smartphone y podía ir a Starbucks y conectarme a Internet, pero no necesitaba solo una conexión: necesitaba una computadora. Por eso buscaba una cabina que encontré, vacía, en un sótano al final de la avenida El Sol.
¿Se acerca el fin de las cabinas públicas? ¿Quién las mató? ¿Acaso el acceso móvil 4G terminará de hacerlo? ¿Se podrán adaptar y transformarse en otro tipo de servicio?
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Post scriptum
Ese mismo día en twitter me enteré de la publicación del informe final del grupo de Tecnología y Cambio Social de la Universidad de Washington*, con quienes tuve el gusto de compartir ideas en un taller hace un par de años en Barcelona sobre la importancia del acceso público a Internet. Un producto de ese taller fue el trabajo posterior que hicimos con el IEP analizando el impacto del acceso público a Internet en el distrito de Daniel Hernández, Huancavelica. El libro está disponible para descarga en el sitio de la Universitat Pompeu Fabra.
*Lo comentaré en un siguiente post
Escrito por
Infonomista, experto en TIC para el desarrollo, políticas de Internet y gestión del conocimiento.
Publicado en
Notas sobre Internet, políticas públicas y Sociedad de la Información